Dentro de ti, tú lloras lloras lloras; no dejes que tus esperanzas mueran mueran mueran...!
Y cuando tocó la desesperación estando de frente a ella, sintió que más allá de ello no había más. Persiguiendo las huellas de su muerte, decidió bajar el cielo, como sus lágrimas se desvaneció de sí y ya jamás la logré encontrar. Quiso arder como el fuego, pero su alma era débil, débil y ansiosa, tal vez insaciable; ¿cómo llegaste hasta aquí? Corriendo te busco, ¿podré encontrarte…?
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