Correría y correría hasta llegar a un lugar donde hubiera nieve, donde todo fuera glacial y blanco; un lugar tan bonito como eterno.
Y una vez allí, me tumbaría entre todo ese frío, acabando empapada y feliz. Enterrada en nieve.
Creo que el mundo podría separarme de todo, absolutamente de todo, podría quedarme sola en medio de la nada, pero siempre, tarde o temprano, aparecerías tú, aunque no quisiera, tú estarías allí.