Será que no me gustan los finales felices

Bienvenidos a mi blog, reflejo translúcido de mi estrambótica personalidad :)
(perdón por el fallo, agradecimientos a Candel por avisarme)

Vaciando a suspiros mi ser...

lunes, 20 de septiembre de 2010

Escribiendo hace unos años... Un poco emo... :)

19/06/07 -> 14años
Es triste pensar en una vida solitaria, cuyo mayor objetivo es amar, siento que mis lágrimas ya están vacías, sin vida, sin sentimiento. Ridícula existencia en un mundo fatal, donde los sueños son sólo sueños, donde la vida no tiene más, donde la gente está ciega y no sabe amar.
La soledad es dulce cuando es buscada, pero amarga cuando es impuesta, y así mi mirada muere sola a cada instante, como si nunca hubiese tenido vida, sin calor, sin nadie.
En mis ojos está la huella del silencio, pero parece que nadie la puede llegar a ver, ni con el más sonoro de mis gritos hay respuesta, la desesperación se adentra en mí, me hace más silenciosa y va desgarrando mi alma, ya sólo un susurro de mí corazón podrás escuchar, hasta que al final muera en mí y domine el dolor, el sufrimiento, el odio… Como en el resto de la gente.
Nada ya parece tener sentido, pero hay una luz que busco ciega, y que seguiré porque todo puede cambiar porque no dejaré que muera mi alma ni que se apague mi esperanza. No sin luchar por los sentimientos.

20/03/07, seguía teniendo 14 años...
¿Por qué me siento triste y sola viendo la nieve caer a este lado del cristal? Mis ojos, más nublados que el cielo, pueden sentir como cada lágrima se escapa de ellos en silencio; no puedo percibir ya la luz, se ha ido de mí, ya nada de vida queda en mi mirada, sólo mi mente, sólo mi mente trabaja sin descanso mostrándome en cada momento tu mirada que me dice tanto, mirada con la que cada día me iluminas.
Escucha como el latido de mi corazón se apaga, escucha la realidad de mi ser en mis ojos. ¿Puedes escuchar lo que digo? Sólo es un murmullo en la oscuridad, sollozos callados por el silencio. Mis sueños perecen entre las llamas que nacen en mí cada vez que me miras. Sé que no soy especial, que no soy diferente, sé que los cuentos no existen; pero en lo más hondo de mi ser algo me susurra casa instante que sólo la lluvia puede calmar cada pensamiento más profundo que lo que siento por ti, me susurra que la luz sigue viva, que corra, que sienta, que crea, porque según me dice yo soy la guionista de mi propio cuento… Sólo las locuras pueden mover tu vida al lado de los sueños, sólo cada sonrisa tuya puede volverme loca de por vida, y es así como estoy, rendida por alguien que nunca me amara, por algo sin sentido; loca por volverte a ver a mi lado y loca por pensar que algún día pasará. Lo sé, todo aquello que me quisieras aconsejar está ahí, pero esta vez sólo hay un camino para mí, sólo puedo seguir a mi corazón; ya ni mi razón me comprende… Aunque sé que los cuentos no existen, seguiré, iré en busca de un futuro incierto que seguramente nunca llegará, pero es lo que haré; porque sólo contigo sé que es posible y aún sin ti sé que puedo hacerlo. Escucha como mi vida te sigue, sin descanso, sin piedad.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Trucutrú!

Eres infinito, como tu piel, como cada rincón que me encanta de ti, me ahogaría en tus susurros, en los murmullos de tu esencia convertidos en aliento. Haces el fuego ardiente, colocas cada estrella en su lugar, perfecta precisión; mirada silenciosa que me mata. Como matas mis miedos mueren mis heridas, desangre del dolor, desarme del alma; ama cronos nuestro camino y celoso se acelera. Padecemos juntos, disfrutamos juntos. Hallaré la manara de hacerlo, lo nuestro eterno.

(Algún día comenzaré a escribir sobre cosas que realmente sienta?)
Dentro de ti, tú lloras lloras lloras; no dejes que tus esperanzas mueran mueran mueran...!

Y cuando tocó la desesperación estando de frente a ella, sintió que más allá de ello no había más. Persiguiendo las huellas de su muerte, decidió bajar el cielo, como sus lágrimas se desvaneció de sí y ya jamás la logré encontrar. Quiso arder como el fuego, pero su alma era débil, débil y ansiosa, tal vez insaciable; ¿cómo llegaste hasta aquí? Corriendo te busco, ¿podré encontrarte…?