Ese momento en el que se te para el alma y el espíritu, en el que el aliento te ahoga. Ese momento en el que tu vida empieza a ir demasiado deprisa, tanto que de ti se aleja, se va. Y tú te quedas atrás sola en el vacío; vacía por dentro.
Tan solo espero que te equivoques y te duela, que me extrañes y que cuando quieras volver a acariciar mi cuerpo ya sin alma, este ya no esté.