Tras un largo sueño, una joven despertó sola
y decidió caminar en busca de sí,
caminando y caminando, recordó que había olvidado qué hacía ahí.
"Este mundo solitario me ahoga,
y es que la soga que rodea mi cuello estrangula mi alma"
Caminando y caminando, escuchó son que familiar le era,
lo persiguió sin cese, como quien sigue una estrella.
Y como tal no pudo más que sufrir el anhelo de lo imposible,
pues anduvo y anduvo pero el sonido lejano siempre se mostraba.
Años después, así la muchacha sigue
sollozando en su búsqueda inconclusa,
sin parar persiguiendo su musa,
harta de escuchar tan maravilloso sonido que en la esperanza pervive.
Encontró a otros con el mismo problema,
"Yo lo escuché un día y lo dejé de escuchar,
aléjate de ello o te arrepentirás
pues mi infelicidad me mata pero ese sonido blasfema
diciendo que puedes tal y cual cosa hacer"
"Ojalá pudiera, es mi condena, saber que está
pero no está,
en alguna parte, donde sea, lo encontraré..."
Y siguió y siguió, y nunca más cerca lo escuchaba
pues imposible era, ya que dentro de ella estaba
la felicidad de la esperanza, que llena nuestro alma
pero que ante la ignorancia, nos mata sin piedad.
Gran sonido es el de la felicidad,
que buscándola fuera
no espera una gran espera, y buscándola en el alma,
la eternidad.
La joven de la historia, soy yo, miedosa, sosa y algo tonta
pero también feliz desde que vi
que sonido tan hermoso está dentro de mí,
No busques tu felicidad fuera, pues la hallarás dentro de ti. ti. ^^
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