Entre toda esta oscuridad, todo este desaliento, estas frías sombras que arrebatan el aliento, que desgarran mi ser poco a poco, lo destrozan sin piedad. Entre toda esta soledad que me ahoga, todas estas pesadillas hechas realidad, hechas parte de mí. Es ahí donde se encuentra tu recuerdo infinito, reflejo irreal de la perfección más absoluta, del más real de mis sueños.
Y es que tu mirada se clavó en mí y ahora no puedo desprenderme de ella, dependencia bendita que hace alguien de mí. Creo intentar olvidar cada uno de tus susurros, esa voz que acaricia con suavidad mi alma haciéndola vibrar descontrolada; creo intentar olvidar cada uno de los momentos que hemos compartido, ese afecto que nunca conseguiré arrinconar. Ya no sé siquiera si quiero relegarte o más bien sentirte de nuevo parte de mí.
Efigie silenciosa que me mantiene con vida, leve suspiro que me da el aire, bocanada de esperanza incorruptible. Te necesito.
2 comentarios:
en este mundo forzado a perder romanticismo, repitamos juntos..: "la dependencia de un ser querido, es un don..no algo de lo que asustarse y escapar..quien no sueña con sentirse querido?.."
aparte de eso...preciosa..
Muchas gracias, que haría yo sin tus comentarios! ;)(es precioso)
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