Sigo corriendo, cada vez más mojada, repasando cada uno de los sentimientos que no compartimos, cada uno de los sonidos que estúpidamente saldrán por mi boca cuando te alcance. Sigo corriendo hacia ti, y tú, ajeno a todo, tan solo me miras desde lejos, preguntándote por qué tengo tanta prisa.
Algunas fronteras son impenetrables.
No hay comentarios:
Publicar un comentario